La piel es el más grande órgano del cuerpo humano, con dos funciones principales: proteger el cuerpo del medio ambiente y, retener los fluidos esenciales, tales como el agua y la sangre. La piel es una barrera, entre tu cuerpo y el mundo. La piel actúa como un complicado sensor, el cual responde a las lesiones, altas temperaturas y humedad, químicos, gérmenes y otras perturbaciones, que afecten la habilidad de la piel de actuar como barrera.
Cuando tu piel se reseca durante el invierno, así como cuando esta húmedo afuera y tu piel se vuelve grasosa, o cuando tienes una quemadura de sol, tu piel está actuando como un sensor y reacciona al medio ambiente. La capa superficial avisa a las capas internas, que repare la superficie dañada. Tu piel se esfuerza constantemente en mantener su balance natural, y responde a cualquier daño ocurrido. Generalmente, el sensor reacciona anormalmente y sobre compensa por defectos de la barrera de la piel. En lugar de simplemente reparar el daño, produce efectos no deseados, tales como piel seca y escamosa. A medida que envejecemos, la habilidad de la piel para reaccionar y responder, se vuelve menos eficiente. Las células de una piel dañada, no se mudan rápidamente y, la rotación de la piel nueva, disminuye generalmente. Las capas externas de la piel pierden la humedad, y como resultado, la piel vieja tiene una apariencia seca y deshidratada. No hay que sorprenderse, de la aparición de las arrugas.
Existen, sin embargo, formas de alterar la habilidad, que tiene la piel, de contrarrestar los cambios que esta encuentra. Una de estas formas es, la de irritar la piel, para acelerar el proceso de restauración. En tal caso, productos tal como Retinoids, causan tanto daño a la piel que, el resultado es un incremento a la rotación de nuevas células. Existen muchos inconvenientes al anterior proceso, tales como piel irritada y adolorida, lo cual limita el uso del producto, y además la necesidad de evitar la luz directa del sol. Además, es contraproducente, el “dañar” tu piel, al tratar de mejorarla.

Un aspecto importante de la habilidad de Skincerity a mantener el balance de la función de barrera de la piel, implica la de aumentar la habilidad natural de la piel, de mantener la humedad. En tu cuerpo, el agua se produce en las capas internas de la piel, y se mueve hacia arriba, eventualmente, alcanzando las capas más externas, evaporándose. Debido a que Skincerity es una barrera física en tu piel, ayuda a mantener la humedad del cuerpo. Skincerity, se ha diseñado con microscópicos poros, los cuales atrapan la humedad natural del cuerpo, dentro de sus redes, antes de que se evapore. Como resultado, el agua que normalmente se evapora del cuerpo, es usada para hidratar y lavar la piel. Todavía, los pequeños poros de Skincerity, permiten al oxigeno penetrar en la piel, y previenen seguramente, que la humedad debajo de la película, se acumule.
Es importante hacer notar, que la piel presenta altos niveles de evaporación de agua, durante la noche. A pesar de que existe una alta ocurrencia de evaporación de agua, y esta es atribuida al biorritmo natural que ocurre cada 24 horas, altas tasas de evaporación de agua, están asociadas con la piel dañada y por lo tanto, al proceso de la piel, a restaurarse a sí misma. Debido a que Skincerity se usa mientras tú duermes, esta toma ventaja de este fenómeno, para maximizar su efecto hidratante, y mantener el balance natural de la función restauradora de la piel, durante la noche, cuando más se necesita.

Finalmente, cuando Skincerity es removido, exfolia las células muertas que se encuentran en la superficie de la piel, haciendo que tu piel se vea más saludable y fina. La remoción de las células muertas de la piel, no solamente mejora la apariencia de la piel, también estimula la renovación.
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